Esponja victoria

Ingredientes:
-250gr de mantequilla sin sal
-250gr de azúcar de grano fino (pero sin ser glasé)
-5 huevos medianos
-250gr de harina de esa que no hace falta echarle levadura

Para el relleno:
-200gr de queso mascarpone
-7 cucharadas de mermelada de fresa
(os recomiendo que saquéis de la nevera estas cosas, ya que deben untarse)

Para la decoración:

- 250gr de azúcar glasé
- Una cucharadita de agua de rosas

- Una gota de colorante rojo
(para hacerlo rosa, si lo queréis de otro color, pues otro color)

Preparación:

1. Pre-calentar el horno a 190ºC, engrasar dos moldes del mismo tamaño y forma, de unos 20.5cm aprox.
2. Pon la mantequilla (que recomiendo haber ablandado en el microondas antes) y el azúcar en un bol y mézclalos usando un mezclador eléctrico hasta que la mezcla esté pálida, suave y esponjosa. Añade tres de los huevos, uno cada vez, mezclando bien entre cada adición.
3. Añade 4 cucharadas soperas de la harina, mezcla bien, y añade los huevos restantes, uno cada vez, y continua mezclando. Vuelca poco a poco el resto de la harina en el bol y mezcla bien. La mezcla debe ser lisa y suave y tener una consistencia semi liquida (es decir, que no sea una pasta, que quede un poco mas liquido que el merengue)
4. Divide la mezcla entre los dos moldes (ya engrasados) y nivela la superficie. Hornea por 25-30 minutos hasta que dore, esté elástico al tacto y se despegue de los lados del molde.
5. Deja enfriar en los moldes por 5 minutos, luego, sácalos del molde y retira el papel para hornear. Cuando enfríe, unta la parte superior de una tarta con mascarpone y la parte inferior de la otra con mermelada. Pon una encima de otra y presiona levemente.
6. Para decorar, mete el azúcar glasé en un bol, añade 3 cucharadas de agua templada y una gota de colorante para crear una mezcla de consistencia suave, lisa y semi liquida. (si añades el agua de rosa, pon una cucharada de agua de rosa y quita una de agua)
7. Esparce el azúcar glas por encima de los dos bizcochos y no te preocupes si gotea. Deja enfriar y... a comer!

Lo mejor de la cocina es experimentar. Si queréis añadir, cambiar, e incluso omitir alguno de los ingredientes, podéis hacerlo. Sin embargo, desde Cocinando que es gerundio, recomendamos no cambiar ningún ingrediente base, tal como la cantidad de huevos, harina o mantequilla.